jueves, 2 de abril de 2015

MURCIA NAZARENA Y COLORÁ

Si buscamos la representación de la Semana Santa murciana, hemos de mirar hacia el barrio del Carmen y la procesión que cada Miércoles Santo convierte la ciudad en un río colorao, la de la Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Niños, abuelos, murcianos, turistas y algún otro que ni siente ni padece las tradiciones, se dan cita en esa tarde murciana para admirar los Pasos de esta seis veces centenaria cofradía y el ambiente que crean sus penitentes ofreciéndonos de sus senás caramelos, monas, huevos, habas, como las de su Berrugo del paso del Pretorio, cuyo Cristo, además, lucía una hermosa y nueva melena.

En el barrio no cabía ni un alfiler y durante el recorrido ni una sola silla quedaba vacía.
Se vivieron momentos cargados de emotividad, como cuando el presidente de la Archicofradía, Carlos Valcárcel, desde el Paso de la Dolorosa le entregaba un ramo de rosas a la viuda de Ángel Galiano, el fallecido Presidente de la Cofradía del Amparo.

La procesión de Los Coloraos es la procesión de la alegría, la generosidad llevada al extremo y la murcianía.
Hasta once Pasos saca a la calle esta Cofradía que volverá hoy a sacar cortejo, en esta ocasión de silencio, penitencial y sin caramelos, cambiando hasta el color de sus túnicas para predominar el negro. 
Es la procesión de la Soledad, con las imágenes de Jesús de la Humillación (Anónimo. XVII), Cristo del Amor en la Conversión del Buen Ladrón (José Hernández Navarro. 2011) y Nuestra Señora de la Soledad (Antonio Campillo. 1985)

A las 22:00 horas desde San Lorenzo, la Cofradía del Cristo del Refugio tiñe de negro y luz de velas el casco antiguo de Murcia desde la Iglesia de San Lorenzo.















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