En una tarde de primavera con una temperatura que invitaba a llenar las calles de la capital murciana, las cofradías del Cristo de la Fe y de la Caridad ponían en marcha sus procesiones.
La primera, la más joven de nuestra Semana Santa, desde Capuchinos, con esa imagen que ya se ha convertido en ritual que atrae a vecinos y foráneos, la de ver al Cristo de la Fe colgado de un sistemas de poleas desde la ventana de la iglesia de San Francisco de Asís, para poder encajarlo en el trono.
Una procesión de penitencia, sin caramelos y con el acompañamiento de los tambores sordos para abrir cortejo. Desde el pasado año al Cristo de la Fe le acompaña la imagen de Santa María de Los Ángeles, del imaginero Antonio Yuste Navarro.
Más tarde, a las 20 horas, desde la iglesia de Santa Catalina junto a la popular Plaza de las Flores de Murcia arrancaba la procesión del Santísimo Cristo de la Caridad. El rojo corinto entonces inundaba la plaza, y las principales calles por donde discurren la mayoría de nuestras procesiones.
Una procesión muy huertana y respetuosa al máximo con las costumbres murcianas, donde predomina la luz de cera y la excelente selección de bandas de música con un acertado repertorio musical.
Hoy la Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza saldrá desde la iglesia de San Pedro a las 18 horas y será al finalizar la misma, antes de la entrada de las imágenes del titular, San Juan y la Dolorosa, cuando se produce el encuentro regado de pétalos y acompañado de saetas.
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