Esta tarde recibía una llamada de teléfono, era Paco Pedrero, comisario de patrimonio de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús y me dice: Encarna, ya puedes contar que desde hoy, en el Congreso de los Diputados la mañana de los Salzillos es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
¿Y qué es exactamente lo que se declara Patrimonio Inmaterial de la Humanidad? Pues está claro, el esplendor barroco en la imaginería religiosa que el escultor Francisco Salzillo nos dejó y que cada año, desde 1.600, lucimos en una procesión formada por ocho pasos y que constituye un ritual mezclado con tradiciones centenarias.
A la imaginería de Salzillo, se le une la belleza y el cuidado en el montaje de una mesa y una vajilla del Siglo XVIII, bandejas y candelabros de la época adornadas con frutos y productos de la huerta murciana.
Si hablamos de tradiciones, no podemos olvidar la tradición del montaje de la palmera del paso La Oración en el huerto, horas previas a la procesión, los Auroros..
Todo ello resulta un espectáculo cultural y religioso único, que reúne los requisitos que exige el artículo 2 de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial (aprobada por la Unesco en octubre de 2003 en París, por las tradiciones, las artes del espectáculo y los conocimientos y usos relacionados con la naturaleza.
Hoy celebramos que todo ello se ha valorado y han concedido a la mañana de Viernes Santo, la de los Salzillos, el nombramiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Posiblemente nosotros, este próximo Viernes Santo, no notemos ningún cambio, como tampoco lo notamos cuando nuestra Semana Santa fue declarada de Interés Turístico internacional, pero todo esto hace aún más grande nuestra Ciudad con Ángel. A ver qué opina la UNESCO que tiene la última palabra, pero para nosotros la mañana de Viernes Santo desde hace mucho tiempo ya es nuestro Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Enhorabuena!
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